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Patricio Gerpe: “Quiero ser el mejor para el mundo”

por Roxana Miguel

Ser un emprendedor de alto impacto es, cuanto menos, una decisión ambiciosa que pone a quien se lo propone frente a constantes desafíos. Pero, como tantas veces hemos visto en estas entrevistas de heroesdonweb, no siempre querer es hacer. Emprendedor de alto impacto es aquel que con su propuesta no sólo es innovador, sino que además cambia la realidad de miles y miles de personas.

En una entrevista con Patricio Gerpe, Co-CEO de Siuk y principal desarrollador de Enpov, conoceremos lo que es “ser” en estricta referencia a todo lo que un emprendedor global de alto impacto pone en juego a la hora de encarar un proyecto. Conoceremos a Enpov, que es el emprendimiento que lo llevó a quedar como finalista en los denominados “Premios Nobel de los estudiantes”.

Mientras muchos emprendedores utilizan el tiempo, la falta de capital o la imposibilidad de capacitarse como excusa para ponerse en acción, otros se concentran en transitar el camino más conocido por todos: prueba y error. Patricio es de esos emprendedores jóvenes que han andado el camino aprendiendo y deshaprendiendo (es decir,  desprendiéndose) todo lo necesario como hacer posible sus propuestas.

Nada le fue entregado en sus manos ya cocinado, sino más bien tuvo que recorrer el trayecto con mucho esfuerzo para llegar hasta donde está -hoy es, además de emprendedor, conferencista en distintas charlas- y más de una vez se levantó del rechazo y la frustración. Entre sus anécdotas me comentó que repartió decenas y cientos de currículums por día, fue rebotado tres veces por la misma compañía  y hasta escuchaba música de rocky para motivarse antes de una entrevista laboral: “Di lo mejor y aún así no me seleccionaron nunca”.

Trabajando como repositor de supermercado recibe la noticia de que una beca para la que aplicó lo recibiría de brazos abiertos, aunque sea lejos de su país natal, pero para por fin iniciar un trayecto que ya no tendría retorno.

Lee la entrevista completa porque todo lo que él nos comparte es de mucho valor para seguir como ejemplo.

 

¿Quiénes o qué hechos influyeron en tu deseo de emprender?

A los 8 años mi hermano me enseño a programar y diseñar páginas web. Si bien no entendía muy bien sobre el dinero, por esa edad descubrí que era una persona muy ambiciosa, empecé a cultivar la idea que tengo un talento nato para la creatividad y que si lo desarrollaba iba a cambiar el curso de la historia. Empecé a creer que necesitaba proteger ese talento. Mi vieja estaba preocupada porque «dedicaba mucho tiempo a la computadora» y porque me iba mal en el colegio, pero yo sabía que, de alguna manera u otra, todo eso iba a valer la pena.

Hace poco en un taller sobre emprendedorismo respondí a la consigna «¿A qué jugabas de chico?» De chico yo jugaba a crear mis propios juegos. Cambiaba las reglas de la mancha, de las escondidas, desarrollaba o modificaba videojuegos, invitaba a mis amigos que vengan y prueben mis juegos porque quería tener sus opiniones y mejorar mis creaciones. Soy emprendedor de sangre.

¿Considerás que todos tienen oportunidades para emprender, bajo cualquier contexto, si se lo proponen?

Si bien puedo dar fé que hice y hago esfuerzos colosales para estar donde estoy, también soy consciente y agradecido de todas las oportunidades y privilegios que tuve. Mi bisabuelo no terminó la primaria y mi abuelo apenas terminó el secundario, sin embargo, mis viejos pudieron estudiar y gracias a eso yo nací en una familia de clase media. Jamás tuve hambre y siempre una ducha. Ni hablar de educación, me crié en la capital donde hay más oportunidades y a largo de mi vida pude conocer gente de diferentes ambientes y lugares. Tuve amigos que estuvieron en las malas, no todos los tienen. Yo creo que prácticamente todos tenemos, en alguna medida, chances de emprender, aunque es cierto que hay caminos más allanados que otros. En cualquiera de los casos siempre es durísimo el camino y yo creo que vale la pena recorrerlo. Tengo convicción que hay que luchar para impulsar más emprendedorismo en todos los sectores de la sociedad.  Es responsabilidad del emprendedor que le va bien ayudar a los que quieren serlo. Es por eso los inversores ángeles muchas veces terminan siendo emprendedores.

¿Qué recomendás a un emprendedor que recién comienza? ¿Cuáles son, desde tu punto de vista, las claves para seguir en camino?

Primero que nada: leer. Es necesario tener conocimientos básicos de la jerga emprendedora. Saber qué es una propuesta de valor o las llamadas metodologías lean y agile. Saber calcular tamaños de mercado, conducir investigación primaria y secundaria y sobre todo saber hacer un modelo de negocio. Uno necesita sumergirse en la industria que uno quiere meterse. Hay cursos online de todo lo que dije, algunos en español. Luego, lo segundo es encontrar un socio que tenga el mismo nivel de pasión, visión y compromiso que vos.

No recomiendo encarar un emprendimiento solo, sino que tres socios es el número ideal, y cada socio debería aportar una habilidad especial: Un socio técnico, un socio comercial y un socio financiero es lo más común. En tercer lugar, la clave es validar rápidamente la idea de uno. No esperar meses y meses desarrollando un producto o servicio y luego introducirlo al mercado, sino que desde el día uno tenés que entrevistarte con tus clientes y ver qué quieren. Hay que escuchar antes que hablar.

¿Qué pensás del éxito de un emprendimiento y de la frustración de los emprendedores?

Uno tiene que entender que la probabilidad de fracaso de un emprendimiento es altísima. A nivel global: 1 de cada 10 negocios fracasan aproximadamente. En Argentina es algo así como: 1 de cada 33. Cada día que pasa que no te fundis es una verdadera bendición. Y cada vez que se fracasa es un aprendizaje, hay que entender que es algo normal pero que puede prevenirse leyendo, aprendiendo de los errores de los demás y conectándose con otros emprendedores que te compartan sus experiencias.

¿Con todo lo que has emprendido has logrado encaminarlo en un buen rumbo de desarrollo?

Yo creo que si, de hecho hoy mi carrera está encaminada. Soy reconocido mundialmente, me llaman para dar charlas en varios países diferentes, me llaman de grandes empresas y fui premiado en numerosas ocasiones. Todavía queda mucho por hacer por eso no voy a bajar los brazos.

¿De qué se trata tu emprendimiento Enpov?

En Enpov conectamos comerciantes rurales de Etiopía con conductores de vehículos a demanda a través de una aplicación de mensaje de texto para estos comerciantes que puedan acceder a mercados urbanos y vender más de manera rápida, predecible y conveniente.

¿Qué representó para vos que fuera elegido entre muchas otras propuestas en la sección Hult Prize Award?

Yo estaba por tomar un vuelo a Italia desde Londres al momento que iban a anunciar a los ganadores del repechaje, quiénes serían uno de los 40 finalistas globales del Hult Prize. Estaba muy nervioso, a cinco minutos del anuncio, tuve que apagar el celular por qué ya íbamos a despegar. Horas después, al llegar a Italia, prendí mi celular y vi que habíamos quedado. Estaba en la fila de migraciones, me golpee el pecho, sonreí y lagrimee. Nadie entendía si estaba loco o me gustaba mucho Italia. Fue una sensación increíble. Había sido muy duro el camino.

Tengo entendido que Enpov tuvo un cambio radical entre lo propuesto para Hult Prize Award y el desarrollo actual. ¿Por qué cambió?

Queríamos desarrollar un vehículo propio a base de bio-etanol. Hicimos un prototipo muy minimalista en Etiopía con un diseñador industrial Argentino que vino con nosotros. Cambiamos a una aplicación de texto por qué vimos que el costo de capital para producir en escala vehículos de bioetanol era realmente inmenso. La logística tenía muchísimo riesgo y dependemos de muchos proveedores, lo cual incrementaba las chances de que algo salga mal. Además, si bien el biocombustible tiene mucha inversión en el país Africano aún no esta construida la infraestructura para explotar esa forma de energía a nivel masivo.

¿Por qué etapas transitaste en el desarrollo de tu emprendimiento?

1- PROBLEMA: Primero investigamos de lleno un problema de resolver.

2- INVESTIGACIÓN: Luego viajamos a Etiopía para conocer las necesidades de granjeros de ese país.

3- SOLUCIÓN: 1. Desarrollamos una solución y la fuimos a probar. 2. Vimos que la solución no era factible e hicimos la nueva solución, comprobando con una nueva investigación que esta solución si era factible.

4- IMPLEMENTACIÓN: Ahora estamos trabajando en la implementación de la nueva solución

¿Podríamos decir que tu foco está puesto en el emprendedurismo global? ¿Tus proyecciones son de alto impacto?

Siempre. Vivimos en un mundo global y tengo la suerte de haber podido construir una red de contactos globales. Hoy, gracias a los amigos que hice, sé que tengo una casa en cada continente. Mi meta es estar listado como en un ranking global de emprendedores como Forbes 30 under 30, MIT Under 35, Top Outstanding Young People (Naciones Unidas) antes de mis 35 años. Quiero ser algo así como el ‘Messi’ de los emprendimientos. Apunto a estar en lo más alto en esto. No sé muy bien si el mejor del mundo, pero estoy convencido de buscar ser el mejor para el mundo. Para eso tengo claro que hay que apuntar a crear emprendimientos que impacten al menos en decenas de millones de personas en mis próximos 10 años de vida.

¿Cómo ves el ecosistema de emprendedurismo en Argentina?

Soy optimista, creo que Argentina tiene un potencial colosal, sobre todo en Blockchain, Inteligencia Artificial y emprendimientos sociales. Creo que podemos ser referentes en esos tres aspectos en la región. Buenos Aires, según Forbes, es la 2da ciudad del mundo con más compañías de Bitcoin del mundo. Nuestras comunidades de tecnología son muy activas. Socialmente tendemos a ser muy creativos e inconformistas. Creo que nuestro ecosistema se podría mejorar si nos ayudamos entre sí para exportar a nuevos mercados donde podamos traer divisas extranjeras al país. También me parece que más federalismo ayudaría mucho. Hay mucho talento en el interior que no es muy conocido.